Me gusta que el feedback, tanto el que recibo como el que doy tenga ciertas características, según yo para que sea efectivo, para que guíe el proceso y podamos llevar el producto creativo a su mejor versión.
Sin ego: Nunca desde un pedestal, sino con los pies en la tierra. Pensando en que es una persona o personas quienes lo reciben. El tono de vos correcto para que escuchen los involucrados, cuidado con las personas (o serlo usted) que “hablan para todos” que al igual que en el circo, lo que persiguen es show.
Claro: Sin florituras o palabras sofisticadas. No ejemplos que dispersen.
Honesto: Lo necesario para que el producto creativo crezca, pero sobre todo las personas que lo reciben.
Conciso: Al punto, para que el tiempo se pueda aprovechar creando.
Aporte: Siempre poner algo sobre la mesa, por ejemplo: “esto no funciona porque ya se ha visto antes” “con otra tipografía que sea más simple y esta colorización en la fotografía, mentenemos la esencia de la idea y la mostramos más fresca” y un detalle, si es por escrito, ortografía y redacción son obligatorias, muestras respecto a quien lo va a leer.
Siempre en positivo, que construya, así estemos frente a una locura que no podría funcionar nunca.